La maldición de una adicción

Pasos para ayudar a un ser querido a superar una adicción

Por Silvia Casabianca

Pocas cosas más destructivas que una adicción, tanto para quien la sufre como para sus seres queridos. La adicción al alcohol, a los medicamentos, a las drogas callejeras, a la comida o al juego, todas se caracterizan por una obsesión que lleva a una persona una y otra vez a consumir una sustancia dañina, a repetir un comportamiento destructivo, y por una compulsión que le hace inevitable consumir o repetir el comportamiento aunque sea destructivo.

Tristemente, muchas personas atrapadas en una adicción se engañan a sí mismos. Está el borrachito que se dice que puede beber y funcionar sin problemas, el adicto a una droga que jura que puede controlar el consumo o dejarla en cualquier momento, el adicto al trabajo que se engaña viéndose como “muy productivo”. Todos ellos se niegan a reconocer las consecuencias y repercusiones de su adicción. Por eso es difícil ayudarlos si el tratamiento no viene de un experto. La gente que más lo quiere, los más cercanos, no deben intentar volverse terapeutas del adicto.

Pero para el familiar que agoniza viendo al ser querido derrumbarse, autodestruirse, ¿qué tipo de intervención puede ser efectiva? ¿ Cómo ayudar a un ser querido a reconocer el impacto de su comportamiento y llevarlo a reconocer que necesita ayuda? Si no hay un reconocimiento de la adicción, no hay ayuda posible.

La llamada intervención familiar inspirada en el trabajo de pastor Vernon Johnson, puede ser una de las más exitosas estrategias para ayudar y para definir límites fronterizos que benefician a toda la familia. 

Antes de intentar ayudar, es importante aceptar la posibilidad de fallar. Es importante entender que una persona con adicción al alcohol o las drogas por lo general tiene una percepción distorsionada de sí mismo, de los otros y del mundo. En ocasiones todo lo que un ser querido puede hacer es evitar caer en una relación codependiente en la cual se protege al adicto de las consecuencias de su adicción. 

Pasos a seguir:

  1. Informarse sobre la adicción que sufre el ser querido y de los recursos existentes en su área geográfica para ayudarlo.  Todos los que participen en la intervención tienen que empezar por entender mejor lo que es una adicción y sus consecuencias
  2. Encontrar ayuda. Buscar un profesional (especialista en adicciones, psicoterapeuta) o institución (una clínica especializada o un centro de rehabilitación) que pueda ayudar a planear una intervención.
  3. Formar el equipo de trabajo, reunirse, planear la intervención, definir una fecha y tener claro qué hacer si la intervención falla. 
    1. Planear. En coordinación con el grupo de expertos se planea una intervención en la que participarán las personas más cercanas al que tiene la adicción. Se mantiene en confidencialidad hasta el momento de la intervención.
    1. Fecha y sitio. Elegir un momento en que sea más probable que la persona en cuestión no esté bajo la influencia de ninguna sustancia y un sitio que no despierte sospechas o resistencias.
    1. ¿Qué hacer si quien tiene la adicción rehúsa ayuda? Cada uno de los participantes en la intervención debe tener claro de antemano qué medidas va a tomar para establecer límites, si la persona con adicción no acepta la opciones de tratamiento. 
  4. Escribir lo que se va a decir. Cada miembro del equipo aportará una anécdota donde el comportamiento de la persona le causó problemas de cualquier tipo, emocionales o financieros. La información se presentará evitando críticas o regaños y expresando los sentimientos de preocupación y cariño que motivan la intervención. Es importante mostrar empatía y comprensión. Con mucha frecuencia la persona acude a la adicción porque esta le ayuda a enfrentar otras dificultades emocionales.
  5. ReuniónToma varias semanas planear una buena intervención. Los objetivos de la reunión son dos: llevar a la persona con adicción a aceptarla y convencerlo de que necesita y debe encontrar ayuda.

Se invita a la persona con la adicción a una reunión sin decirle de qué se trata. Una vez reunidos, los presentes expresan sus preocupaciones y sentimientos. Se le presentan varias  opciones de tratamiento y se le pide que acepte una. Se le explican las consecuencias de no aceptar el tratamiento. Por ejemplo, la mamá dejará de pagar sus estudios.

  • Las opciones de tratamiento que se ofrezcan dependen de la gravedad de la adicción. Pueden ir desde acudir a Alcohólicos Anónimos hasta internarse en una clínica de rehabilitación.
  • Debe entenderse que muchas de las reacciones y respuestas de la persona con adicción son producto de la intoxicación. Por eso hay que evitar hacer la reunión cuando la persona esté bajo el efecto de una sustancia.
  • Para tener éxito con la intervención es importante lo siguiente:
    • Nombrar un coordinador del grupo que centralice información y acción
    • Compartir información
    • Ensayar la intervención
    • Anticipar las objeciones
    • Evitar la confrontación durante la reunión
    • Demandar una decisión inmediata
    • Suspender la reunión y salir del sitio si se presenta una situación violenta.
  • Seguimiento: La familia entera tiene que hacer cambios para ayudar a prevenir recaídas. Eso incluye cambiar patrones de relación, hábitos cotidianos, hacer todo aquello que contribuya a prevenir el comportamiento destructivo, incluyendo participar en grupos de apoyo, terapia familiar o individual. En necesario elaborar un plan para evitar una recaída.